La tortuga verde juvenil fue rescatada de mar el pasado lunes por un pescador. Fue llevada al centro de rescate y rehabilitación de la Fundación Mundo Marino en donde permanece en observación.
Una tortuga rescatada del mar defecó más de 10 tipos de plásticos diferentes y según una radiografía que le hicieron aún tiene cuerpos extraños en su interior. Según se informó, la tortuga verde juvenil, que fue sacada del mar el pasado lunes por un pescador al quedar atrapada en una red, defecó un total de 18 gramos de diferentes fragmentos de tapitas plásticas, manguera, nylon, hilos, telgopor, precintos y otros tipos de plásticos duros.
La tortuga fue llevada al centro de rescate y rehabilitación de la Fundación Mundo Marino y a pesar de que en un primer momento parecía estar en buenas condiciones, durante el mismo lunes comenzó a defecar una llamativa cantidad de basura entre las que se pudieron detectar más de 10 tipos de plásticos diferentes.
«Durante la mañana de este viernes 17 de diciembre le realizamos tres placas radiográficas: dorso ventral, latero-lateral y antero- posterior. Observamos que aún posee cuerpos extraños tanto en su estómago como en la parte final del tracto digestivo, por lo que probablemente continúe expulsando basura en los próximos días», comentó Mauro Pergazere, médico veterinario del Parque Educativo Mundo Marino y de la Fundación Mundo Marino.
Al referirse al tratamiento, Pergazere explicó: «Por los análisis de sangre vimos que se encuentra deshidratada y con los glóbulos blancos altos. Esto último puede ser una reacción de su sistema inmunológico a la gran cantidad de cuerpos extraños que tuvo y aún tiene en su interior».
Y agregó: «Seguirá en observación, porque por lo punzantes que eran los objetos que expulsó no descartamos que puedan haber generado lesiones internas. Por ahora, el animal muestra una buena actitud y será acompañado de cerca. Esperamos en las próximas semanas que pueda obtener el alta y hacer su reinserción al mar».
Según se informó, en un comunicado de la Fundación, no es el primer caso de estas características ya que en febrero de 2020 otra tortuga de la misma especie pudo ser devuelta al mar luego de expulsar durante su rehabilitación 14 gramos de basura.
«Los animales que rehabilitamos son mensajeros de la gran degradación que enfrentan nuestros mares. En casos como el de esta tortuga, la acumulación de elementos no nutritivos en sus sistemas digestivos puede ocasionarles una sensación de falsa saciedad que va debilitando su salud paulatinamente», explicó Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino.
Y detalló: «Además, podría generarse una gran cantidad de gas en su tracto digestivo producto del plástico acumulado que generaría un cuadro de chaleco salvavidas». Así se vería afectada su capacidad de buceo e inmersión, tanto para alimentarse como para buscar temperaturas más aptas para su sobrevivencia».
Fuente: NA