Desde que estalló la crisis matrimonial, el futbolista dejó de trabajar y para retomar sus compromisos le hizo polémicos planteos a su esposa.
Desde que estalló su crisis matrimonial, luego de que Wanda Nara encontrara los mensajes que se enviaba con la China Suárez, Mauro Icardi se dispuso a hacer todo lo que está a su alcance para que su esposa lo perdone. Dejó los entrenamientos del Paris Saint-Germain y se ausentó en el partido contra el Leipzig e hizo varios posteos en sus redes sociales con el objetivo de reconquistarla.
Sin embargo, la mediática se encargó de aclarar que todavía están separados. «Wanda está llorando desesperada. Está enojada de verdad. Está llorando por todas las cosas que le llegan, por la gente que la critica, periodistas que dicen que ella le hace subir fotos y posteos«, reveló Yanina Latorre en Los ángeles de la mañana, luego de hablar con Nara. Y continuó: «Ella realmente está quebrada, me dijo ‘yo no lo hago subir nada’. Ella no quiere que suba posteos, no quiere que le hable, el textual de ella es ‘estoy viviendo un infierno, él me traicionó’. Dice que es muy poco lo que se sabe y que sabe lo que va a mostrar la China».
Sin embargo, luego del extenso descargo que hizo la China en su perfil de Instagram y su cruda respuesta, Icardi volvió a los entrenamientos del PSG y le puso ciertos requisitos a su esposa para que viven en armonía. «Empezaron a dialogar. Hoy ella lo llevó al club, pero él antes le puso condiciones para volver a trabajar. Quiere que los dos cierren la cuenta de Instagram, pero que antes de cerrarla, ella tiene que postear una foto de la pareja y la familia», explicó Latorre y señaló que la mediática, al ser la representante de su marido, necesita que Mauro vuelva a jugar para no tener problemas legales con el club.
«Él a cambio le promete fidelidad eterna. Tampoco que quiere ella trabaje más como influencer, eventos. Y no quiere que viaje sola en el avión privado ni que vaya a Milán», agregó. Además, contó que la pareja compartió un almuerzo en un lujoso restaurante de París junto a Kenny Palacios, el estilista e íntimo amigo de Wanda.
El planteo de Icardi no fue bien recibido por el entorno de Wanda y luego del coqueteo con la China y los requisitos que impuso, que limitan el desarrollo profesional de la empresaria que trabaja con sus redes sociales, donde promociona su marca de cosméticos, entre otras cosas, tanto sus amigas como su hermana, Zaira Nara, no quieren que perdone al rosarino. «Todo el mundo le dice que se separe, que lo deje», concluyó la esposa de Diego Latorre.
Fuente: NA