Grupos de pacientes esperan la aprobación del fármaco para la enfermedad que puede causar demencia, pero hay expertos médicos que objetan los ensayos clínicos. Hace 19 años que la FDA no aprueba fármacos para ese trastorno.
Después de varias idas y vueltas, se espera que la agencia regulatoria de medicamentos de los Estados Unidos, conocida como FDA, por sus siglas en inglés, anuncie hoy su decisión sobre una controvertida droga para tratar la enfermedad de Alzheimer.
El fármaco se llama aducanumab. Organizaciones de pacientes y familiares han reclamado por la investigación y la aprobación de tratamientos más eficaces, como aducanumab, pero hay expertos en demencias que han expresado objeciones. Esos expertos no están de acuerdo en la manera en la que se llevaron adelante los ensayos clínicos y señalan que aún existe incertidumbre sobre su verdadera eficacia para contrarrestar la enfermedad.
El fármaco fue desarrollado por el laboratorio Biogen en colaboración con Eisai. La empresa había terminado dos ensayos de fase 3 antes de tiempo diciendo que el fármaco había fracasado. Sin embargo, tras reexaminar sus datos, la empresa determinó que en uno de esos estudios, los pacientes que recibieron una dosis alta de aducanumab durante un período prolongado se beneficiaron. Al contar con esos datos, presentó el pedido para que la FDA apruebe la droga.
La droga sería indicada para las personas con Alzheimer en fase inicial. Si se aprueba hoy, podría tener un impacto en millones de personas que padecen la enfermedad en EEUU. También sería una decisión clave para que agencias regulatorias de otros países también la aprueben. Hasta ahora los tratamientos que se indican para Alzheimer solo tratan los síntomas.
El Alzheimer es una enfermedad neurológica progresiva que afecta el pensamiento y la independencia de millones de personas en todo el mundo. Actualmente, más de 40 millones de personas en todo el mundo viven con Alzheimer. Pero también es la tercera causa de mortalidad en personas mayores de 65 años, después del cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Generalmente, la enfermedad de Alzheimer se diagnostica más en personas mayores de 65 años, pero comienza antes con cambios neurológicos sutiles que ocurren durante años o incluso décadas antes de que aparezcan los síntomas. Muchas personas experimentan los signos tempranos, frecuentemente no identificados, del deterioro cognitivo leve.
En 1987, se puso en marcha el primer ensayo clínico sobre la enfermedad. Desde 1998, se han estudiado 100 medicamentos, incluyendo una vacuna en ratones. Pero solo se han autorizado 5 medicamentos que pueden ayudar a controlar algunos de los síntomas. Existen numerosos tratamientos y tests de diagnósticos que se están investigando y se encuentran en diversas etapas de los ensayos clínicos.
La investigación y el desarrollo de mejores tratamientos para frenar, desacelerar o incluso prevenir ha pasado a ser prioridad para muchos científicos en el mundo al considerar que para el año 2030 el número de personas con Alzheimer podría alcanzar a 65 millones y para 2050, podría superar los 100 millones.
En noviembre pasado, un comité de asesores de la FDA votó por mayoría en contra de recomendar la aprobación de aducanumab. Argumentaron que los datos no demostraban de forma convincente que el fármaco desacelerara el deterioro cognitivo. Más tarde, tres miembros del comité asesor escribieron una crítica punto por punto de las pruebas. Otros científicos, y un grupo de expertos independientes, afirman que el aducanumab no ha demostrado un beneficio convincente que supere sus riesgos de seguridad.
Más allá de la situación del fármaco para Alzheimer en particular, algunos expertos están preocupados porque su aprobación podría bajar los estándares para otros fármacos en el futuro, una cuestión especialmente importante en un momento en el que la confianza del público en la ciencia se tambalea.
Uno de los investigadores en Alzheimer, que ha participado en la realización de ensayos clínicos para diferentes empresas, Jason Karlawish, profesor de medicina, ética y política de salud pública en la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, escribió que lleva 18 años contestando a pacientes y familiares que no hay nada nuevo para Alzheimer. (…)
Fuente: Infobae