IFE 4: cuáles son las dudas en el Gobierno para su implementación y qué requisitos se pedían mientras estuvo vigente

El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), una de las herramientas de asistencia social que el Gobierno implementó durante la cuarentena y que estuvo destinado a los sectores más vulnerables del país, se dejó de pagar a fines del 2020; sin embargo la posibilidad de retomarlo cobró fuerza en los últimos días.

Debido a las crecientes necesidades básicas que muchas familias no logran cubrir y a la urgencia del gobierno de captar el acompañamiento de una mayor cantidad de electores para los comicios del mes de noviembre, se analiza un paquete de medidas económicas que apunten a reactivar el consumo.

Entre esas disposiciones, vuelve a tomar protagonismo la posibilidad de que se realice una nueva edición del IFE, que ya se abonó en tres oportunidades y que alcanzó, en su momento, a más de 9 millones de personas.

En caso de oficializarse, en esta oportunidad es muy probable que se contraiga su alcance, debido a las diversas aperturas de varios sectores de la economía que se produjeron a lo largo del año y que se acentuaron en las últimas semanas.

El IFE constaba de una acreditación en la cuenta bancaria del beneficiario de $10.000 y, a fines del año pasado, tanto la Anses como el Ministerio de Desarrollo Social evaluaban la posibilidad de implementar un IFE 4 debido a las dificultades económicas de un gran número de argentinos; no obstante, la iniciativa no prosperó

El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), una de las herramientas de asistencia social que el Gobierno implementó durante la cuarentena y que estuvo destinado a los sectores más vulnerables del país, se dejó de pagar a fines del 2020; sin embargo la posibilidad de retomarlo cobró fuerza en los últimos días.

Debido a las crecientes necesidades básicas que muchas familias no logran cubrir y a la urgencia del gobierno de captar el acompañamiento de una mayor cantidad de electores para los comicios del mes de noviembre, se analiza un paquete de medidas económicas que apunten a reactivar el consumo.

Entre esas disposiciones, vuelve a tomar protagonismo la posibilidad de que se realice una nueva edición del IFE, que ya se abonó en tres oportunidades y que alcanzó, en su momento, a más de 9 millones de personas.

En caso de oficializarse, en esta oportunidad es muy probable que se contraiga su alcance, debido a las diversas aperturas de varios sectores de la economía que se produjeron a lo largo del año y que se acentuaron en las últimas semanas.

El IFE constaba de una acreditación en la cuenta bancaria del beneficiario de $10.000 y, a fines del año pasado, tanto la Anses como el Ministerio de Desarrollo Social evaluaban la posibilidad de implementar un IFE 4 debido a las dificultades económicas de un gran número de argentinos; no obstante, la iniciativa no prosperó.

Mientras estuvo vigente, los interesados en recibir este subsidio de carácter excepcional, debían manifestar su voluntad a través de un formulario que se completaba en el sitio oficial de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).

Por el momento, las respuestas oficiales siguen sin confirmar o negar la reanudación del Ingreso Familiar de Emergencia y una de las razones de la demora es el costo fiscal que implica el subsidio: cada cuota del IFE costó $85.967 millones. En esta ocasión, la urgencia electoral puede inclinar la balanza hacia una reedición de este beneficio o el reparto de una nueva herramienta similar de asistencia social durante el mes de octubre.

Fuente: La Nacion

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