Los restos fueron encontrados en Lima por arqueólogos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Esta semana fueron encontradas ocho momias de niños preincas envueltos en fardos funerarios, quienes habrían sido sacrificados para acompañar en su «camino al mundo de los muertos» a un prominente personaje social que residía en la milenaria ciudad de Cajamarquilla, en la periferia de Lima.
El asombroso hallazgo a cargo de arqueólogos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), incluye restos óseos de 12 personas adultas que no estaban envueltas y que habrían tenido estrecha relación con la denominada «momia de Cajamarquilla», descubierta en el país en noviembre del año pasado.
«Tenemos ocho infantes acompañados de sus implementos, su indumentaria y algunos otros objetos que han sido colocados dentro de las tumbas», declaró este martes Pieter Van Dalen, responsable de la investigación.
Según explicó a Xinhua, los restos óseos de la mayoría de las momias, que podrían ser los hijos, esposa y sirvientes más cercanos a la momia de Cajamarquilla, evidencian que habrían sido sacrificadas ya que presentan golpes, fracturas y lesiones severas que que les habrían ocasionado la muerte.
En ese sentido, los investigadores consideran que este hallazgo les ayuda a conocer un poco más sobre las prácticas funerarias andinas y la concepción de los locales de entonces sobre los muertos. «Nosotros sabemos que muchas sociedades andinas tenían la concepción de que la muerte no era el final de algo, sino el tránsito. Por eso, muchas veces se les enterraba acompañados de sus esposas, hijos, sirvientes y otras personas allegadas», subrayó Van Dalen.
Los contextos funerarios, que datan de entre 800 y 1.200 años de antigüedad, se encuentran acompañados de objetos de cerámicas, mates, y elementos orgánicos y botánicos, de los cuales algunas muestras serán enviadas a laboratorios especializados del extranjero para un análisis exhaustivo.
Según la investigadora Yomira Huamán, este hallazgo contribuirá al enriquecimiento de la investigación iniciada en octubre de 2021 porque las condiciones de las momias evidencian un cambio de tradiciones, un ritual más costeño. «Estos personajes que estamos hallando creo que van a dar otro sentido, otro conocimiento a lo que es Cajamarquilla. Antes hablábamos de que era un lugar más comercial, pero ahora parece que también se está entrando en lo que es un tema religioso o el culto de los muertos», destacó.
En noviembre del año pasado, los arqueólogos de la UNMSM reportaron el descubrimiento de la denominada «momia de Cajamarquilla», que fue encontrada amarrada con soguillas en posición fetal y el rostro cubierto con sus manos.
De acuerdo con los estudios forenses y el análisis de la tomografía a la que fue sometida, se trata de un hombre de entre 35 y 40 años de edad, con un estatus alto dentro de la sociedad local.
En el sitio fueron encontrados también restos óseos de auquénidos, como llamas, además de un cuy andino, otro de lo que sería un perro, y restos de maíz y vegetales.
Cajamarquilla, la ciudad prehispánica de barro que albergó entre 10.000 y 20.000 personas, fue construida hacia el año 200 antes de Cristo y estuvo ocupada hasta el año 1500.
Fuente: NA