La cineasta, de 30 años, ingresó en el Sanatorio Otamendi acompañada por su madre, la vicepresidenta Cristina Kirchner.
La cineasta Florencia Kirchner, hija de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, se encontraba internada este miércoles en un sanatorio porteño tras haber contraído coronavirus.
«Está internada Florencia Kirchner con Covid. Ayer estuvo la vicepresidenta acompañándola para internarla», informó el periodista Eduardo Feinmann en su programa Alguien tiene que decirlo, que se emite por Radio Rivadavia.
Según precisó el reconocido comunicador, «está en la habitación 410 del Sanatorio Otamendi», ubicado en el barrio porteño de Recoleta.
Ante la noticia, Feinmann envió su deseo de pronta recuperación a la cineasta: «Ojalá que se mejore, salga bien. Yo creo que sí, por la edad que tiene, es joven».
«Como yo ya tuve Covid, estas cosas me conmueven, porque no es lindo estar internado por Covid. Me imagino la preocupación de toda la familia. Ante la enfermedad, soy profundamente empático», añadió.
Por su parte, en el pase radial, el periodista Luis Majul, que conduce Esta Mañana en Radio Rivadavia, también se expresó en la misma línea: «Es una chica joven, fuerte, tiene una niña. Ojalá se mejore».
El estado de salud de Florencia Kirchner ya había sido noticia anteriormente, ya que pasó más de un año en la ciudad cubana de La Habana por un tratamiento médico: había viajado en febrero de 2019 para participar de un seminario de guión de cine y, por problemas de salud, no pudo regresar a la Argentina.
De acuerdo al diagnóstico que difundió la propia Cristina Kirchner en aquel momento, la joven estaba afectada por «trastorno de estrés postraumático; síndrome purpúrico en estudio, polineuropatía sensitiva desmielinizante de etiología desconocida, amenorrea en estudio, bajo peso corporal y linfedema ligero de miembros inferiores de etiología no precisada».
Por ese motivo permaneció internada algunos meses en el Centro de Investigaciones Médicas Quirúrgicas (CIMEQ) de Cuba, para recuperarse de una «enfermedad psíquica», según contó la propia cineasta en una de sus primeras publicaciones en su cuenta de Instagram.
«Mientras nos exponen frivolidad hasta las costillas. Está bien mostrar tu pareja, tus hijxs, el cuerpo de gimnasio, la ropa, la plata, la fiesta, el trucho reviente, pero ante enfermedades psíquicas, y el dolor: que exista una nueva boca cerrada. No me da vergüenza, ni tampoco es desahogo. Es usar la palabra para otrxs, y también para mí», remarcó en aquella ocasión.
Tras regresar al país en marzo de 2020, la joven afirmó que el «ensañamiento judicial» la «enfermó», en alusión a las causas por presunta asociación ilícita en las que está involucrada junto a su madre y su hermano, Máximo Kirchner.
En ese sentido, la cineasta aseguró que «lo que pasó en los últimos cuatro años fue más allá del ensañamiento mediático».
«Empezó a haber ensañamiento judicial, mandaban policías a mi casa, parecía que todas las semanas iba a pasar algo, tenía tres jueces que hacían conmigo lo que querían: eso fue lo que me enfermó a mí», lanzó durante una entrevista radial.
Fuente: Noticias Argentinas