Los investigadores están examinando si está causa signos diferentes de las variantes anteriores y cómo lo experimentan las personas vacunadas y no vacunadas.
Los especialistas señalan que para saber si una persona se contagió con la variante Delta de Covid-19 hay que hacer una identificación respectiva con el estudio genómico. Ya se detectó en más de 100 países en todo el mundo y continúa propagándose rápidamente. La Argentina no es la excepción: se cree que se convertirá en la variante dominante en los próximos meses.
“Si el virus continúa circulando existe posibilidad de emergencia de variantes de mayor riesgo como la Delta. Los jóvenes son fuente probable de transmisión a contactos en particular adultos mayores. Cuanto antes el 80% de la población esté inmunizada, sea por vacunas o por infección con el virus salvaje, lograremos controlar la pandemia y su transformación en infección endémica con brotes epidémicos limitados, como la gripe y otras virosis”, explica a Con Bienestar Raúl Ruvinsky (M.N. 20.373), infectólogo pediatra, exjefe del Departamento Materno Infantil del Hospital Durand.
Por qué es tan particular la variante Delta
La Delta (B.1.617.2) fue identificada por primera vez en India en diciembre de 2020, y es producto de los cambios genéticos del virus que le permitieron una mayor transmisibilidad.
Datos publicados por el gobierno británico indican que la Delta es entre 40 y 60% más transmisible que la variante Alfa (detectada en Inglaterra) y casi dos veces más que la cepa original del SARS-COV-2 identificada en Wuhan, China.
Los profesionales de la salud dicen que las vacunas no serán suficientes para detener la Delta en comunidades con altas tasas de transmisión. Donde ese sea el caso, sostienen que serán necesarias medidas adicionales para impedir su propagación.
Si bien la variante Delta se propaga con más facilidad y puede reducir la efectividad de las vacunas en algunos individuos, no causará síntomas que los expertos en COVID-19 aún no hayan identificado.
Cómo reconocer la variante Delta
La mayoría de las personas vacunadas que contraen la variante Delta de COVID-19 son asintomáticas o experimentan síntomas muy leves. Los síntomas señalados son tos seca, cansancio o fiebre en general. Los síntomas graves de esta variante pueden incluir dificultad para respirar, o dolor abdominal. También erupción cutánea, cambio en el color de los dedos, dolor de garganta, así como pérdida de olfato, diarrea, dolor de cabeza o secreción nasal, entre otros.
Estos síntomas no difieren demasiado de los que experimentan las personas completamente vacunadas si están transitando un caso de las cepas originales de coronavirus.
“Comencé a tener síntomas similares a los de la gripe el sábado por la noche y fui al médico esta mañana”, tuiteó el senador de EE.UU Lindsey Graham a principios de este mes, y agregó que sentía “como si tuviera una infección sinusal y sufriera “síntomas leves”. Pensó que sin la vacuna, “hubiera sido mucho peor(…)”.
El Estudio de Síntomas de COVID, respaldado por la compañía de ciencias de la salud ZOE en Estados Unidos y Reino Unido, estuvo recopilando datos sobre los síntomas de millones de personas y manteniendo una lista de los más comunes reportados por aquellos que contrajeron COVID y fueron completamente vacunados, parcialmente vacunados o no vacunados.
Según un video del estudio de uno de los investigadores principales, publicado a fines de julio, cuando los casos de la variante Delta estaba aumentando en ambos países, casi el 74% de los contribuyentes completamente vacunados, usuarios de la aplicación para teléfonos inteligentes de la compañía, informó que cuando padecieron COVID, tenían secreción nasal. El dolor de cabeza, los estornudos, el dolor de garganta y la pérdida del olfato completaron el resto de los cinco síntomas principales para las personas completamente vacunadas que contrajeron el SARS-CoV-2.
“En términos de los síntomas que vemos que son diferentes entre las personas vacunadas y las no vacunadas, los síntomas realmente siguieron siendo los mismos”, reconoce Jack O’Horo, especialista en cuidados intensivos y enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo.
“Todavía estamos viendo inicialmente síntomas de tipo resfriado como tos y fiebre. Y las personas que tienen infecciones más graves, síntomas de infección de tipo neumonía”, finalizó O’Horo
Fuente: TN