Según un informe del instituto IARAF, en 9 de cada 10 años los ingresos no han sido suficientes para financiar el nivel de gasto público ejecutado por el Estado.
La Argentina acumuló un déficit fiscal de USD 250.000 millones entre 2008 y julio de este año, en el marco de un desequilibrio «crónico y recurrente» de las cuentas públicas, según un informe del instituto IARAF.
De los últimos 61 años, en 54 se terminó con déficit fiscal, de acuerdo con ese reporte.
Es decir que en 9 de cada 10 años los ingresos no han sido suficientes para financiar el nivel de gasto público ejecutado.
De su financiamiento, se derivan un sinnúmero de distorsiones y desequilibrios que tarde o temprano terminan sincerándose, advierte.
«Cada gobierno dice tener la receta para bajar la inflación (uno de los principales síntomas del déficit fiscal), pero con un set de alquimias que duran un tiempo determinado y que no evitan que las restricciones terminen materializándose», advierte.
El IARAF considera que «el problema de fondo es que, año tras año, crisis tras crisis y sin importar el color político, el Estado argentino gasta más de lo que recauda. Es un problema tanto de nivel de ingresos como de nivel de gasto».
De acuerdo con el informe, los ingresos totales del Sector público nacional no financiero en 2008 sumaron USD 89.955 millones, para luego subir hasta un máximo de USD 178.232 millones en 2015, declinar hasta volver en 2019 a representar menos de USD 90.000 millones, y tocar el piso de USD 68.904 millones en 2020, el año en que arrancó la pandemia de coronavirus.
Contabilizado de manera anual, el gasto promedió los USD 90.000 millones durante 2008 y 2009, llegó al máximo de USD 211.122 millones en 2015 en coincidencia con el pico de ingresos, y a partir de allí mostró una tendencia a la baja que lo dejó en los últimos dos años completos (2019 y 2020) por encima de los USD 100.000 millones anuales.
El comportamiento del déficit.
En los últimos 13 años y 7 meses los gastos han superado sistemáticamente a los ingresos, con la sola excepción de algunos meses al inicio del periodo (2008).
Sólo en 22 de los 163 meses relevados, el resultado fiscal fue positivo, mientras que en los restantes hubo déficit (87% del total de meses).
El déficit promedio anual entre 2008 y 2020 fue de USD 18.705 millones (llega a USD 20.559 millones anuales si se consideran sólo años con déficit, que son desde el 2009 a 2020).
El déficit fiscal medido en dólares hizo pico en 2017 con USD 37.573 millones.
Sumando todo el período comprendido entre enero de 2008 y julio de 2021, el déficit fiscal acumulado totalizaría los USD 250.400 millones.
El vínculo entre el déficit fiscal y la deuda.
El informe explica que «el gasto público requiere ser financiado. Se lo puede hacer con impuestos legislados, con impuesto inflacionario (vía emisión monetaria) o con endeudamiento».
Cuando se financia con endeudamiento genera un aumento equivalente del stock de deuda del sector público.
«La discusión de la sociedad no debería ser cómo financiar el déficit sino cómo solucionar el problema del déficit, y así evitar las consecuencias permanentes sobre los indicadores socioeconómicos (pobreza, desempleo, desigualdad) que traen los brotes inflacionarios, las devaluaciones y los defaults», sostiene el informe.
Considera que «los esfuerzos deberían centrarse en buscar una solución de fondo de forma sostenible en el tiempo, lo que necesita un consenso social básico».
Fuente: NA