Un día antes, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, había expresado que las monedas virtuales «no son un activo financiero».
El presidente Alberto Fernández consideró que es «posible» que en la Argentina exista una criptomoneda de curso legal, por entender que ese instrumento podría «contener lo inflacionario».
Un día antes, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, había expresado que las criptomonedas «no son un activo financiero», y garantizó que la autoridad monetaria va a «regular la intersección del Bitcoin con el sistema de pagos y el mercado de cambios». También dio que se trata de instrumentos «que terminan teniendo valores que no tienen referencia en ningún activo y lleva a confusión a personas con menor nivel de información».
Fernández se sumó al debate y aseguró: «Hay una enorme discusión sobre el funcionamiento de las criptomonedas, no solo en Argentina, es un debate mundial. Y debo confesar que es un tema de cuidado. En mi caso, de cuidado por lo desconocido y porque uno no entiende exactamente cómo se materializa esa fortuna».
«Esta duda que tengo yo la tienen muchos en el mundo, por eso no termina de expandirse el proyecto en el sistema», afirmó el Jefe de Estado en una entrevista que concedió al portal Filo.news. Para Fernández, «dicen que la ventaja de eso es que el efecto inflacionario se anula en gran medida. También es cierto que se genera inseguridad porque ha habido, ya se han verificado, algunas estafas con su utilización».
«Pero no hay que negarse, porque tal vez es un buen camino. La mayor ventaja para nosotros tendría ese sentido, de algún modo contener lo inflacionario, porque es una moneda de algún modo dura», agregó.
Por otra parte, el Presidente se manifestó a favor del desarrollo del sistema financiero. En ese sentido, resaltó: «Para mí, todo lo que tenga que ver con la bancarización me parece que es correcto y que todo lo que tenga que ver con que el Estado conozca, me parece que es correcto. El problema no es que el Estado conozca y que la información la tengamos. El problema es cómo se usa esa información».
«Por ejemplo, cuando nosotros decidimos sacar el IFE descubrimos de repente que había 9 millones de argentinos y argentinas que no teníamos idea dónde estaban. No tienen CUIT, no tienen CUIL, no tenían cuentas bancarias», enfatizó. Y añadió que la tecnología permite al Estado obtener información de la población: «Me ayuda a saber que Juan lo está pasando mal y necesita la ayuda del Estado. Y que Pedro nos está estafando y no está pagando los impuestos que corresponden«.
Fuente: NA