La diva habló de los motivos por los que todavía no volvió a sus programas de eltrece y pidió que no le insistan con su regreso.
A los 94 años, Mirtha Legrand está decidida a priorizar su salud en plena pandemia. Y aunque en abril completó el plan de vacunación contra el Covid-19 al recibir la segunda dosis de la Sputnik V, todavía no se siente preparada para retomar sus compromisos laborales. Motivo por el que continúa en su hogar mientras que su nieta Juana Viale la reemplaza en la conducción de «La noche de Mirtha» y «Almorzando con Mirtha Legrand», por eltrece.
«El brote tan fuerte que hubo, me acobardó», explicó la diva en diálogo con La Nación, en referencia a los motivos por los que aún no regresó a la televisión. Y agregó: «Yo tengo miedo, me tienen que cuidar, no me tienen que insistir». Además, contó que sale muy poco, para ir a comer a lo de su hija, Marcela Tinayre, o ir al médico y reconoció que se asustó mucho a raíz del contagio de Susana Giménez, quien permaneció dos semanas internada en el Sanatorio Cantegril de Punta del Este por una neumonía unilateral derivada de Covid-19, y que afortunadamente su colega se encuentra mucho mejor.
Días atrás, Marcela dio una entrevista a «Los ángeles de la mañana» en la que manifestó su deseo de que Mirtha vuelva a trabajar. «Siempre se lo digo, todas las semanas: mamá, tenés que volver, un día vos y un día te cubre Juana’. O incluso que lo haga con Juana, que está teniendo mucho éxito y le va a venir muy bien al formato que las dos generaciones hagan el programa juntas», reveló, en relación a la posibilidad de que Juana Viale explorando su perfil de conductora y aseguró que cada vez que menciona el tema, la animadora «se queda pensando».
Y agregó: «Les aseguro que de aquí a fin de año, vuelve. Todos lo queremos, Juana también quiere, y además lo necesita. Ella siempre puso el hombro, yo he hecho ese programa y el formato es muy difícil. Le encantó hacer este tipo de conducción y tuvo que cambiar mucho su vida en función del programa. Está feliz de tener mucho trabajo».
Por su parte, Juana señaló que retomar sus actividades le haría bien a su abuela y que pasar tanto tiempo sola no le hace bien. «El año pasado, cuando fue la cuarentena más estricta, fue más difícil y yo no la vi por un montón de meses. Este año nos vemos con distancia, con barbijo, no deja que la besemos. Es difícil, los vínculos pandémicos son raros. Las salidas ahora son hacer tés en la casa de ella o en la de mi madre. Para una persona tan activa como ella, es difícil reducir tanto las salidas», declaró en una entrevista.
Fuente: Noticias Argentinas